¡¡ Llueve sobre mojado ¡¡
En abril del año 2021, nos adelantamos con mi «bola de cristal» al pronosticar que la tasa de inflación calculada para ese año (enero 2021 0.0% y febrero 2021 1.3%), NO ERA REAL.
El informe del Banco de España (BE) del año 2021, indicaba «El consenso de las proyecciones macroeconómicas anticipa que la inflación se mantendrá elevada en los próximos meses, pero que, con posterioridad, en ausencia de nuevas perturbaciones inflacionistas, se desacelerará progresivamente hacia niveles compatibles con el objetivo del Banco Central Europeo (BCE), del 2 %. Los indicadores de expectativas de inflación a medio y a largo plazo se sitúan también en el entorno del 2 %.
En mi artículo expliqué basándome en los precios del Bono USA protegido de la inflación a 10 años que mientras el Bono convencional había descendido en un 50% aproximadamente su precio, el protegido (TIPS), había aumentado en casi un 14%. El resultado fue que en marzo del 2021 la inflación subió al 2.2%, acabando en el 2021 al 2.8% y en el 2022 al 8.4%, provocando el consiguiente susto con subidas de tipos de interés y encarecimiento de los préstamos.
¿Por qué todas las previsiones sobre el cálculo de la tasa de inflación a futuro erraron cuando demostré que se podía haber previsto?
Esta vez no vamos a ser tan ambiciosos y sólo nos vamos a centrar en el caso de España. El año 2024 ha cerrado con una tasa de inflación del 2.8% y por lo tanto no resulta raro que nos preguntemos si teniendo unas de las Economías más florecientes de la Zona Euro y con tan buenos datos sobre la creación de empleo, ¿no se disparará la inflación?
El Instituto Nacional de Estadística (INE) a fecha 30/01/2025, hace una previsión de la tasa de inflación para el año 2025 del 3%. Un mes antes (17/12/2024), el Banco de España hacía su previsión al 2.1% para el mismo año 2025.
Pongamos el ejemplo real de la variación de precios en las compraventas de viviendas. Sabemos que para calcular el Índice General de Precios (IPC), en España NO se tiene en cuenta las compraventas de viviendas de segunda mano. En 2024 se realizaron 641.919 transacciones de viviendas, de las cuales 506.867 (79%) fueron de segunda mano. El incremento del precio de la vivienda de segunda mano en el 2024 fue del 8.4% y del 8.7% para las de nueva construcción.
La superficie media de las viviendas vendidas es de 80 m2 y el precio medio es de 2.389.-€/m2 que multiplicado por el número de viviendas vendidas en 2024, nos arroja un resultado por ventas de viviendas de 122.683 MM.
El peso o ponderación que refleja la variación de los precios de las viviendas es del 12,16% sobre el cálculo del IPC pero SÓLO POR LA VENTA DE VIVIENDAS NUEVAS.
¿Realmente el IPC refleja la imagen fiel de la marcha de la inflación?
Para acabar, una última reflexión: Si la economía europea y en especial la española está atemorizada ante la posibilidad de la creación de nuevos aranceles impuestos desde EE UU para nuestros productos con su consiguiente repercusión en el IPC nacional y si nuestra economía se basa en un 70% en los sectores de servicios, ¿puede EE UU imponer aranceles a nuestros servicios y por lo tanto ser restrictivos en el crecimiento de nuestra inflación o por el contrario, ningún país extranjero puede aplicar aranceles dentro de nuestro territorio nacional?
Como siempre, recibid un cordial saludo
Eduardo Aguar
Máster en Tributación/Asesoría Fiscal por el CEF Socio del Gabinete AGGAR y de BCN Legal Tax and Consulting